lunes, 27 de julio de 2009

Galletas de Milán

Nicole de Sweet Tooth ha sido la anfitriona del Daring Bakers de este mes, y su propuesta galletas de Milán.

Son unas galletas tipo tejas, aunque más azucaradas que la receta que hice anteriormente, como relleno llevan una crema de chocolate con naranja muy rica.

Como ya tenía un poco de experiencia en el mundo teja, sabía que la masa es muy líquida y aunque da una impresión muy rara cuando la pones en la bandeja del horno después de 10 minutitos quedan unas tejas estupendas. Esta experiencia no me ha impedido olvidar que al hornear se aplanan y que hay que separarlas bastante para que no se peguen, a mi me han quedado unas cuantas tejas “tu y yo”, incluso algún “menage a trois”...

QUÉ

Para las tejas

  • 170 gr. de harina
  • 170 gr. de mantequilla blandita
  • 300 gr. de azúcar glass (si no os gustan muy dulces añadir menos azúcar)
  • 6 claras de huevo
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • La ralladura de medio limón


Para el relleno

  • 150 ml de nata de montar
  • 150 gr. de chocolate (yo tuve que añadir unos 80 gr. de chocolate más para que quedara un poco consistente, quizá por el calor…)
  • La ralladura de una naranja


CÓMO

Las tejas

  • Mezclar la mantequilla con el azúcar.
  • Añadir de una a una las claras de huevo, la esencia de vainilla y el limón sin dejar de mezclar.
  • Añadir la harina y seguir mezclando hasta conseguir una masa homogénea.
  • Con una manga pastelera o una cucharita ponemos pequeñas cantidades de masa (como 2 cm) en una bandeja de horno protegida con papel vegetal. ¡Los montoncitos tienen que estar separados por unos 4 cm si no queremos que se peguen!
  • Meter en el horno precalentado a 200 ºC.


El relleno

  • Ponemos a calentar la nata con el chocolate a fuego suave.
  • Cuando estén bien unidos ambos ingredientes añadimos la naranja y dejamos enfriar.


A partir de aquí solo queda rellenar las galletas. ¡O incluso untarlas en el chocolate y comértelas directamente! Yo lo he hecho, espero no ser la única…

The July Daring Bakers' challenge was hosted by Nicole at Sweet Tooth. She chose Chocolate Covered Marshmallow Cookies and Milan Cookies from pastry chef Gale Gand of the Food Network.

martes, 21 de julio de 2009

New York New York


En Nueva York hay de todo, y todo es grande. Hay tantísimas cosas que hacer, ver y por supuesto comprar, que resulta abrumador. Ahora que me he puesto a escribir este post y a repasar el viaje, empiezo a darme cuenta de todo lo que hicimos en una sola semana.

No quiero describiros absolutamente todo lo que hicimos, sería un post largísimo y aburridísimo, además creo que todos hemos oído hablar de la Estatua de la Libertad, del Empire State, de Central Park o de Broadway. ¿Verdad que si?

Os contaré las cosas que nos fuimos encontrando callejeando por ahí y que me gustaron especialmente.

Desayunos y cafés

Toda buena jornada empieza con un buen desayuno. En nuestro caso teníamos una cafetería cerca del hotel con unos camareros muy amables (nuestro inglés necesita paciencia y amor) y vajilla (en casi todos los sitios los vasos son de cartón) así que una vez que lo encontramos no lo soltamos.

Se llamaba Guy and Gallard y por lo que pudimos ver se trataba de una cadena. Cada día aparecíamos por allí a tomar dos zumos de naranja grandes, Gari un muffin y yo un bagel con mantequilla. El día después de una cena un poquito larga pedimos “huevos benedicte". ¡Que gran invento esto del brunch!

Huevos benedicte en el Guy and Gallard

También nos gustó mucho una cafetería pequeñita que encontramos de casualidad en la calle Thompson de camino al Soho, Porto Rico Importing Co. Era un local pequeñito, bastante desordenado y oscuro pero con mucho encanto. La chica que lo atendía era muy simpática, así que pasamos por allí un par de veces.

Porto Rico Importing co, tan agusto como en casa

Y si, lo confieso, ¡No me resistí a pasar por Magnolia Bakery! En mi defensa he de decir que Magnolia me encontró a mí, así que me tuve que zampar un Red Velvet Cupcake…La tienda es muy coqueta, pero la verdad es que hay muchas bakerys en Nueva York tan bonitas como esta, eso si, en general se pasan con el azúcar, ¡y lo digo yo que soy golosa!

Compras

De todo, y a lo grande...

Me entran pálpitos de acordarme de las tiendas. En el Soho había un montón de tiendas maravillosas, eso si, las cosas que me llamaban la atención no eran precisamente chollos. No compramos demasiado, aunque si más que en cualquier otro viaje, supongo que es parte del encanto de la ciudad, inevitable.

En lo que al tema cocinillas se refiere, me encantó Sur la table. Una tienda bastante grande llena de aparatejos para cocinar, pequeños electrodomésticos, moldes, placas refractarias, cazuelas de todos los tamaños y colores…¡Menos mal que no está cerca de casa! Me compré un molde de madeleines, un aparatejo para hacer gnocchis y un juego de cortapastas. Unas joyitas a las que todavía no he dado uso…

Donde aluciné fue en Whole Foods Market, un supermercado gigante de productos naturales y orgánicos, muy de moda en Nueva York. Tenían miles productos y en todas las variedades que te puedas imaginar. Pimientos de todos los colores, todo tipo de quesos, panes maravillosos, un montón de azúcares diferentes…Y todo super ordenado y super limpito.

Indecisión en el Whole Foods Market

Y siguiendo con el tema orgánico, también estuvimos en el Union Square Market. Un mercadillo al aire libre muy coqueto y con muy buen ambiente.
Una buena tabla de quesos en el Union Square Market

Parques

linda abejita en el High Line Park

Contra todo pronóstico no os voy a hablar del Central Park, este ya lo conocéis. Quería enseñaros el High Line Park. Es una zona verde en el sur-oeste de la ciudad. Está construido sobre una antigua línea de tren y al parecer, el proyecto ha visto la luz gracias al esfuerzo del vecindario. Cuando fuimos estaba recién inaugurado, y estaba lleno de gente dando una vuelta, o disfrutando del solete en un banco. Un parque diferente para dar un paseo especial.

Museos
Mujeres jóvenes con máscaras Yup´ik. Alaska

Ya se que he dicho que de las cosas más conocidas no iba a hablar, pero disfruté tanto en el MOMA y en el Metropolitan que aunque sea tenía que nombrarlos. En el primero me quedé atontada con “La danza” de Matisse y “Las señoritas de Avignon” de Picasso, son dos cuatros tan famosos y tan bonitos que parece mentira que los estés viendo, además me encantó ver obras de Chagall, de Klimt, de Frida Kahlo, de Brancusi…El Metropolitan es tan grande que hasta agobia, tiene de todo, arte de todas partes y de todas las épocas. Me gustaron especialmente, la zona dedicada a Oceanía, quizá porque no lo conocía y también la colección de artistas impresionistas, una pasada.

Restaurantes

Ocho días con sus ocho noches dan para conocer unos cuantos sitios. Algunos de ellos los habíamos elegido por recomendaciones de la guía, otros por tenerlos a mano, y otros porque al pasar nos enamoraron. Allá van los que más me gustaron.

Woorijip
el mantel de woorijip

Un restaurante pequeñito y baratísimo en el centro de “Little Korea” en la calle 32. La comida está disponible tipo buffet, y tienen un montonazo de tipos de sushi. Por supuesto, las dos veces que estuvimos (nos pillaba cerquita del hotel) comí sushi como una descosida.

Bubby´s
En Tribeca, 120 Hudson st.
sanwich de pollo, bacon y aguacate en Bubby´s

Este sitio no era especialmente barato y tengo que decir que nuestra camarera no era la más maja de Nueva York. Sin embargo, la decoración era preciosa y había mucha animación. La comida era típica americana, incluyendo tartas de frutas, hamburguesas, nachos y burritos, huevos benedicte, y unos sándwiches riquísimos. Mi elección: Sándwich de pollo asado con aguacate, bacon, lechuga y tomate.

Ten degrees
121 St. Marks st.
El sábado salimos con intención de ir a tomar algo, fuimos al metro pensando en ir al Soho, pero al bajar vimos que un montón de gente joven iba en dirección contraria, así que les seguimos. Aparecimos en el East Village, una zona muy animada llena de restaurantes pequeñitos y sitios donde tomarse una copita. Nos encantó, sobretodo este establecimiento, donde la gente se tomaba un cocktail o una copa de vino acompañado de aceitunas, tostas de champiñones, quesos y ¡jamón serrano! Lo pedimos por supuesto…

Café Mogador
De nuevo en el East Village y como despedida fuimos al Café Mogador. Un sitio precioso con una pequeña terracita decorado al más puro estilo Casablanca. Allí comimos un entrante de gambas y un cous-cous de pollo increíble. Con sus verduritas, sus garbanzos, sus pasitas…

Peanut and Co
240 Sullivan st.
sandwich en Peanut and Co.

En un viaje a Estados Unidos no puede faltar el famosísimo sándwich de mantequilla de cacahuete. Así que fuimos a Peanut and Co. un pequeño local donde puedes elegir entre decenas de tipos de sándwich (con mantequilla de cacahuete por supuesto). Todos van servidos con palitos de zanahorias crudos y patatas fritas de bolsa, como la merienda que le ponía al dueño del local su madre. Y un aviso, hasta que no te comas las zanahorias no deberías empezar las patatas, o eso es lo que le decían a el.

Lùlivo
Spring st. con Thompson st.
Uno de esos descubrimientos fortuitos. Cuando el hambre apretaba nos sentamos en la terraza de este restaurante. Resultó ser un italiano estupendo donde comimos de maravilla a muy buen precio.

Callejeando

foto en un escaparate de Little Italy

Que os voy a contar. ¡Hay tantos ambientes diferentes! Nos gustó mucho la tranquilidad de Chelsea y el ambiente de Greenwich Village, el Soho y Tribeca. El contraste de los “littles” Korea, China e Italy. Y sobre todo la animación del East Village, un sitio donde tomarse algo tranquilamente y disfrutar de un vinito y una cena con velitas.

Despidiéndonos

Me dejo muchas cositas en el tintero, la biblioteca pública, un espectáculo en Broadway, el ciclo de teatro “Shakespeare in the Park”…pero creo que ya me he extendido bastante, así que hasta el próximo viaje.

Como despedida os pongo esta foto, son diferentes semillas, de la que solo reconocí el anís, envueltas con una cobertura azucarada. Nos las daban en el avión después de las comidas. Curioso ¿verdad? Es lo que tiene volar con una aerolínea india. Eso y las películas de Bollywood. Je je.

chicle de menta estilo indio